Buitrago del Lozoya
El sábado pasado hicimos una ruta por los alrededores de Buitrago del Lozoya, a los pies de la sierra de Guadarrama de Madrid. Ya escribí en la entrada anterior sobre su recinto amurallado musulmán de los s. IX a XI.
En esta zona hay varias rutas con cartelería señalizándolas, nosotros empezamos junto al puente medieval del Arrabal o Puente Viejo, ascendiendo hacia la Casa del Bosque, palacete de caza de los duques del Infantado del s. XVI, que se encuentra en obras.
Era el lugar donde estaba el frente bélico de Somosierra durante la guerra civil española, en pugna por el abastecimiento de agua de Madrid, así que está salpicado de búnkers (fortines y nidos de ametralladora) y trincheras en ruinas que se visitan libremente. Entre otras, vimos la Peña del Alemán, que debe su nombre al miliciano a Max Salomon, judío alemán nacionalizado español, gravemente herido aquí y al que creyeron muerto.
También es el lugar donde la miliciana Rosario Sánchez Mora, Rosario la dinamitera, con 17 años perdió una mano, a lo que sobreviviría falleciendo en 2008. Miguel Hernández la inmortalizará en el libro Viento del pueblo, de 1937, del que extracto unos versos.
Buitrago ha sido testigo
de la condición de rayo
de las hazañas que callo
y de la mano que digo.
¡Bien conoció el enemigo
la mano de esta doncella,
que hoy no es mano porque de ella,
que ni un solo dedo agita,
se prendó la dinamita
y la convirtió en estrella!
En la parada para el almuerzo cuatro vacas de muy buen tamaño se acercaron a confraternizar, y a la vuelta nos cruzamos con algunos jinetes a caballo.