Llevo un tiempo cantando en el coro rociero de la Hermandad de Pozuelo de Alarcón, y ayer fuimos a dar una sorpresa a una trabajadora de Telemadrid que echaba en falta a su tierra.
Mil gracias a Rosa Guadarrama, que me apañó un vestido muy flamenco para la ocasión, aunque al final, puesto que canto con los hombres porque tengo un tono muy bajo, fui de amazona, o algo parecido…
Y mil gracias a mi hija Iria González Barrios por el reportaje gráfico. Una experiencia bonita.
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