Sábado por la tarde y otra vez la pista de atletismo para mí solita, quizá por los 4ºC de temperatura. Decía Pérez-Reverte en una entrevista que tampoco hay nada más agradable que un día con viento de 15 nudos, mar rizada, el barómetro alto y sentado con un libro en cubierta echando un vistazo de vez en cuando. A falta de mar rizada, básteme el pelo alborotado, y a falta de libro en las manos, las conferencias que voy escuchando mientras corro.
Mutatis mutandis, gozada de tarde. Una horita y a casa como nueva una vez más.
Comentários